Los pies aguantan todo el peso de nuestro cuerpo, trabajan duro. Especialmente cuando calzamos tacones o estrenamos stilettos. Y si, además, nos pasamos horas subidas en ellos, los pies sufren y nuestra cara lo refleja. Así que, premiar a nuestros pies con un buen descanso, nos permitirá volver a los tacones, pisando fuerte y con buena cara. Una buena solución, antes de ponernos los zapatos de tacón, consiste en colocarles media plantilla o talonera de gel antideslizantes, que ayudan a reducir la carga que soportan los pies y evitan el movimiento hacia adelante.
Y llegado el momento de “tacones fuera”, empezaremos con un baño de pies en agua caliente, a la que podemos añadir una tableta efervescente de Romero revitalizante, o la refrescante de Menta y Eucalipto. Después, con los pies bien secos, nos colocamos los calcetines ultra hidratantes de gel y ¡a disfrutar de la mejor sensación de relax! Así, premiamos nuestros pies al tiempo que se hidratan y rejuvenecen. Como si se tratara de una sesión SPA, en casa.
¿Quién dijo que para presumir hay que sufrir?
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