¿Tienes ganas de sol, de conseguir un bronceado dorado y bonito? Pues antes de tomar el sol o de aplicarte autobronceador hay un requisito: exfoliar la piel, de manera que quede limpia, suave y bien preparada para la posterior aplicación del protector solar o autobronceador.
Elimina las células muertas superficiales
Bajo la ducha, con un producto exfoliante y tu esponja preferida realiza un masaje mediante suaves movimientos circulares, activarás la micro circulación. Es importante incidir en rodillas y codos donde la piel tiende a resecarse. Después, aclara bien con agua. No es recomendable exfoliar la piel a diario, una vez a la semana o cada 15 días es suficiente. Si tu piel es sensible la esponja corporal Mimos es la indicada, es 100% natural a base de fibra vegetal de Konjac y respeta el Ph de la piel.
Después de la exfoliación notarás tu piel más suave, limpia y tonificada. Además, ayuda a prevenir los molestos pelitos enquistados.
Hidrata y recupera la elasticidad de tu piel
Tras exfoliar, es importante una buena hidratación con la crema o aceite corporal más afín a tu tipo de piel, especialmente si utilizas autobronceador porque tiende a resecar la epidermis.
¡Así de fácil y natural es conseguir un bronceado luminoso!