1. Uñas muy limpias y secas
Para que el esmalte se adhiera bien, limpia tus uñas y elimina los residuos grasos. Retira los restos del esmalte anterior con un algodón empapado en quitaesmalte. Lávate las manos con agua jabonosa y sécalas.
2. Forma y tamaño
Ovaladas y cortitas, con las esquinas rectas. Límalas con movimientos en un mismo sentido sin apurar los bordes. Después, pásales el pulidor para alisar posibles imperfecciones de la superficie.
3. Uñas despejadas Aplica quitacutículas extra suave, déjalo actuar un par de minutos y retira las cutículas con el palito de vidrio templado.
4. Hidratadas y protegidas Para hidratar uñas y cutículas extiende una capa de aceite de proteínas con vitamina F. Y si tus uñas son frágiles, aplica después una capa de fortalecedor, excelente base antes del esmalte.
5. Esmalte y acabado Primero una capa fina, espera unos minutos y una vez seca aplica la segunda. Empieza desde el centro de la uña hacia la raíz y sube hasta la punta, después los laterales. No pases varias veces por la misma zona. Para proteger el esmaltado, acaba con una capa de top coat. - No soples sobre las uñas recién pintadas - Evita el contacto con agua muy caliente o vapor, al menos durante las 12 horas siguientes.
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